Estaba en la bañera. Se acordaba de todo. Extrañamente se sentía feliz.
Se sentó en la bañera y ha disfrutado del toque del agua en su piel. Ni caliente ni fría. Así como fue su vida.
Un corte y luego otro.
Gota a gota su sangre hacia un camino entre la bañera y el suelo. Una a una, antes calientes y que le daban vida, ahora son puntos incoherentes y fríos.
Ha puesto sus manos dentro da bañera y le gustaba como hacía el camino por entre el agua.
La dualidad de los seres. Dualidad que nunca se permitió.
Sangre y agua. Sangre que siempre le dio vida. Agua que fue hogar en el vientre. Agua que es su hogar en la muerte. El fin es el inicio.
Estaba en la bañera. Se acordaba de todo. Extrañamente se sentía feliz.
En fin, estaba libre.
No creo en casualidad. Es decir, no creo en muchas cosas. Pero, eso no me hace una persona sin fe.
Hace poco he leído algo que así decía: La tristeza es para que se escriba. No para quedarse con y en ella. Escribirla toda.
Y creo (¿ves? Un poco de fe…) que en verdad, todo es para ser escrito. La tristeza, las alegrías, los amores, los desamores, cada lágrima vertida. Así como las que me caen mientras escribo.
Duele. Un dolor sordo y mudo. Un dolor sin (re)acción. Un dolor que insiste. Persiste. Que sólamente ello se entiende.
Duele saberlo. Duele NO saberlo.
Duele querer mucho y saber que no es el suficiente.
Duelen las manos que escriben eso.
Duele el cuerpo que me aguanta.
Duele la vida que me espanta.
Duele la pérdida.
Duele la llegada.
Duele el rostro que se contrae por el dolor y lágrimas.
Duele el alma. Duele tanto y tan fuerte... que las palabras y personas se alejan.
Duele el silencio que grita.
Duele la mente que se agita.
Duele tener que empezar de nuevo.
Duele NO tener la última palabra(y no es síndrome de mujer que manda). Es un dolor tan fuerte que neutraliza.
Duele y duele mucho. - - Me duele... Carajos... Cómo ME duele.
Necesito pensar mucho en qué decir a las personas. Necesito pensar mucho en qué decir a las personas. Necesito pensar mucho en qué decir a las personas. Necesito pensar mucho en qué decir a las personas. Necesito pensar mucho en qué decir a las personas. Necesito pensar mucho en qué decir a las personas. Necesito pensar mucho en qué decir a las personas. Necesito pensar mucho en qué decir a las personas. Necesito pensar mucho en qué decir a las personas. Necesito pensar mucho en qué decir a las personas. Necesito pensar mucho en qué decir a las personas. Necesito pensar mucho en qué decir a las personas. Necesito pensar mucho en qué decir a las personas. Necesito pensar mucho en qué decir a las personas. Necesito pensar mucho en qué decir a las personas. Necesito pensar mucho en qué decir a las personas. Necesito pensar mucho en qué decir a las personas. Necesito pensar mucho en qué decir a las personas. Necesito pensar mucho en qué decir a las personas. Necesito pensar mucho en qué decir a las personas. Necesito pensar mucho en qué decir a las personas. Necesito pensar mucho en qué decir a las personas. Necesito pensar mucho en qué decir a las personas. Necesito pensar mucho en qué decir a las personas. Necesito pensar mucho en qué decir a las personas. Necesito pensar mucho en qué decir a las personas. Necesito pensar mucho en qué decir a las personas. Necesito pensar mucho en qué decir a las personas. Necesito pensar mucho en qué decir a las personas. Necesito pensar mucho en qué decir a las personas. Necesito pensar mucho en qué decir a las personas. Necesito pensar mucho en qué decir a las personas. Necesito pensar mucho en qué decir a las personas. Necesito pensar mucho en qué decir a las personas. Necesito pensar mucho en qué decir a las personas. Necesito pensar mucho en qué decir a las personas. Necesito pensar mucho en qué decir a las personas. Necesito pensar mucho en qué decir a las personas. Necesito pensar mucho en qué decir a las personas.
Todas las parcelas de mi vida tienen algo tuyo y eso en verdad no es nada extraordinario vos lo sabes tan objetivamente como yo. Sin embargo hay algo que quisiera aclararte, cuando digo todas las parcelas, no me refiero solo a esto de ahora, a esto de esperarte y aleluya encontrarte, y carajo perderte, y volverte a encontrar, y ojalá nada mas. No me refiero a que de pronto digas, voy a llorar y yo con un discreto nudo en la garganta, bueno llora. Y que un lindo aguacero invisible nos ampare y quizás por eso salga enseguida el sol. Ni me refiero a solo a que día tras día, aumente el stock de nuestras pequeñas y decisivas complicidades, o que yo pueda creerme que puedo convertir mis reveses en victorias, o me hagas el tierno regalo de tu más reciente desesperación. - No. La cosa es muchisimo mas grave. Cuando digo todas las parcelas quiero decir que además de ese dulce cataclismo, también estas reescribiendo mi infancia, esa edad en que uno dice cosas adultas y solemnes y los solemnes adultos las celebran, y vos en cambio sabes que eso no sirve. Quiero decir que estas rearmando mi adolescencia, ese tiempo en que fui un viejo cargado de recelos, y vos sabes en cambio extraer de ese páramo, mi germen de alegría y regarlo mirándolo. Quiero decir que estas sacudiendo mi juventud, ese cántaro que nadie tomó nunca en sus manos, esa sombra que nadie arrimo a su sombra, y vos en cambio sabes estremecerla hasta que empiecen a caer las hojas secas, y quede la armazón de mi verdad sin proezas. Quiero decir que estas abrazando mi madurez esta mezcla de estupor y experiencia, este extraño confín de angustia y nieve, esta bujía que ilumina la muerte, este precipicio de la pobre vida. Como ves es más grave, Muchisimo más grave, Porque con estas o con otras palabras, quiero decir que no sos tan solo, la querida muchacha que sos, sino también las espléndidas o cautelosas mujeres que quise o quiero. - Por que gracias a vos he descubierto, (dirás que ya era hora y con razón), que el amor es una bahía linda y generosa, que se ilumina y se oscurece, según venga la vida, una bahía donde los barcos llegan y se van, llegan con pájaros y augurios, y se van con sirenas y nubarrones. Una bahía linda y generosa, Donde los barcos llegan y se van Pero vos, Por favor, No te vayas
¿Qué EDUCADAMENTE le debo decir? - A un hombre que me ha invitado a cenar... y que vive en "la lengua" de las personas... y que nadie se lo han visto nunca con una mujer... que tiene modos... digamos.. demasiados delicados... y que tiene como "ring tone" de su móvil, la canción CHECK ON IT, de Beyoncé... - -
Yo tenía tres años y mi mamá me ha llamado para una “charla seria”. Cosas de adultos, me dijo.
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Me ha avisado que tendríamos visita en casa. Era, en verdad, un regalo que alguien no ha dado y que ésa visita se quedaría por muuuuuuuucho tiempo en nuestra casa.
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Y además, yo era una “muchacha” y tendría que ayudarla con la visita.
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Los meses pasaron y su barriga crecía, crecía, crecía. La vía y pensaba que estaba a punto de explotarse. Parecía que todos los días rellenada con aire la pelota que llevaba en la barriga. Pensaba que no pasaría por la puerta, de tan gorda.
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Más meses que se fueron.
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Un día, era el domingo de Pascua y muy temprano, mi mamá y mi papá me han despierto con un beso largo. Creí que era para regalarme el chocolate, pero no. Me han dicho que saldrían a buscar nuestra visita. Que ella estaba llegando y que tenía que quedarme en la casa de mi abuela por unos dos o tres días. Más o menos.
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Tras dos días, el martes, mi mamá ha venido a buscarme. Tenía en los brazos una manta y una muñeca gorda, blanca y peluda. Pelo tan negros iguales a los de nuestros ancestros, los indígenas. Me la ha presentado a nuestra muñeca. Nuestro regalo estaba, al fin y al cabo, en casa.
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La primera semana fue difícil. La muñeca no dormía. Mi mamá no dormía. Y yo tampoco lograba hacerlo. No me gustaba el hecho de la muñeca llorara tanto. Tenía pena de ella. Parecía que sufría. En mis tres años el llanto significaba sufrimiento. Siempre que ella empezaba y mi mamá se iba a ver qué le pasaba, yo estaba cerca de su cuna. Llegaba siempre antes de mi mamá.
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Durante el día, sólo comía, bebía y dormía si la bebe lo hiciera primero. Era mi muñeca.
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Y así vivimos durante años. Y así como todo, ellos se fueron.
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Acuerdo de todas nuestras vacaciones en la finca del abuelo. Acuerdo la leche fresca. El olor de pastel y pan. Olor de café. Las charlas en la cocina. Tarta de maíz. Olor de café y las hogueras en las noches de frío. Y juegos. Muchos juegos.
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Los árboles de naranja, mandarino, mango, aguacate, carambola y los dulces. A mi hermana siempre le ha gustado más los dulces.
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Y de pronto, el tiempo ha volado.
- Y, cuando me di cuenta, nuestra adolescencia. Las hormonas peleándose por un lugar en nuestro cuerpo. Las dudas. Incertidumbres. Pero, de todo, estábamos seguras solamente de una cosa. Nunca habría un rompimiento. Nunca. Somos familia y familia significa eso. Jamás abandonar. Jamás dejarnos solo.
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¿Tuvimos peleas? Sí, las tuvimos. ¿Tuvimos lágrimas presas por orgullo idiota? Sí, también las tuvimos. ¿Tuvimos portazos en las narices una de la otra? Sí, y luego cada una se fue a llorar en su cama. ¿Tuvimos palabras que hieren? Sí, ésas también fueron dichas. Asimismo seguimos siendo familia.
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Familia es raíz. Uno puede quitárnoslo todo y asimismo sobrevivimos. Perdemos nuestra familia y ningún lugar del mundo será nuestro hogar.
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Y así, se fueron unos años más.
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Ésa siempre es la parte más difícil. ¡Dios!
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Caminos comunes que se separan. Nos llevan a distintos destinos. Una se va primero. La otra se queda con los recuerdos…
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Decisiones deben ser tomadas. Palabras deben ser dichas. Otras palabras. Las más difíciles. Las de despedida. Las únicas que odio y por ése motivo no te las dije. Quizá sea por un poco de miedo de que cambiara en “Adios” un “Hasta pronto”. No.
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Hoy la distancia que no separa es pequeña en comparación a la SAUDADE que siento de ti.
Y ésa misma saudade me duele. Y mientras escribía eso, me ha dolido más fuerte.
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Ésa sí, es que se hace presente en mi día a día. Cuando me despierto y no te escucho a llamarme(se entiende por gritarme) por que tardo en la ducha. Me hace falta el olor de tu perfume que huele bien. En las llamadas que ya no recibo durante mi día.
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Era posible que no nos habláramos, pero, nos sabíamos cerca.
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Hoy te tengo lejos y miro a tu sonrisa. Hoy ya no más existe el “nosotras”. Es sólo “tú” y “yo”.
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Habrá muchas cosas por la vida. Cantaremos mucho la canción preferida de nuestro papá: Não deixe o samba morrer; Não deixe o samba acabar; O morro foi feito de samba; De Samba pra gente sambar...
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Tendremos muchas incertidumbres, dudas, pero siempre ciertas que estaremos juntas. Porque el alma no reconoce distancia.
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Porque ni el tiempo ni alguien puedo quitárnoslo. Desde el último 23 de junio que está intentándolo. Pero, NO. No logrará.