En español, no por vergüenza de ser brasileña
sino para que la gran parte de las personas que ayer me escribieron puedan comprenderlo.
7 x 1. Desde ayer leo de todo sobre el
partido entre Brasil x Alemania. Son textos y frases de gente emputecida, de
gente indignada, de gente gastando bromas y otras tantas de gente que se siente
Nostradumus y sale con lo de: YA LO SABÍA.
Ok. Te creemos.
Nadie lo sabía. Tampoco lo esperaba. Si
preguntaran a cualquier uno, experto o no, les diría que Alemania era más
fuerte, pero Brasil tenía la ventaja de jugar en casa (en mi ciudad, por
cierto) entre otras cosas. Pero NADIE siquiera podría imaginar algo parecido a
lo que sucedió.
Entramos para la historia de una manera nada
bonita. De esto no tenemos nada para enorgullecernos. Pero, ¿en serio que
Brasil es tan sólo eso?
Creo que no.
No quiero amenizar la estúpida derrota, pero
pregunten a todos los extranjeros que vinieron para el Mundial qué más les
gustó de mi país. El fútbol probablemente será la última cosa que les van a
pasar por la cabeza. Hicimos (y aún seguimos haciendo) una gran fiesta para recibir
a todos que aquí llegaron. “I´m glad you came” es la frase del Mundial.
Pienso en todos los extranjeros que pasaron
por aquí, todas las historias…una amiga ayudó a un inglés comunicarse con un
señor brasileño y su hijo chiquito. El señor se vestía de manera muy sencilla y
estaba con 2 billetes en manos para el partido que hubo aquél día en mi ciudad.
Quería regresarlos al inglés y el inglés los rechazaba. Los dos no se
entendían. El inglés quería regalarle y a su hijo los dos billetes. El inglés nos
explicó que vendría a Brasil junto a un amigo. Semanas antes del viaje, el
amigo ése se ha muerto en un accidente de coche. La mujer del amigo dijo que viniera para el Mundial y regalara los billetes del partido a un padre
con un niño. Así lo hizo. En cuándo le explicamos al padre qué quería el
inglés, lloró el padre, el niño, nosotras e incluso el inglés también.
Leí entrevistas de ellos a donde decían que si todos los Mundiales pueden ser igual al de Brasil, que todos los Mundiales sean en Brasil, todas las borracheras (ayudé, como mínimo a 5 turistas a buscar ayuda médica por borracho), todos los comentarios en redes sociales de gente que me decían: “Oye, mi amigo está Brasil. Está encantado con tu país.”
Leí entrevistas de ellos a donde decían que si todos los Mundiales pueden ser igual al de Brasil, que todos los Mundiales sean en Brasil, todas las borracheras (ayudé, como mínimo a 5 turistas a buscar ayuda médica por borracho), todos los comentarios en redes sociales de gente que me decían: “Oye, mi amigo está Brasil. Está encantado con tu país.”
Tanta cosa me pasa por la cabeza desde ayer
que lo mínimo que siento es tristeza. Tristeza sí, por los amigos de equipos
rivales, que jugaron en contra Brasil en las primeras rondas que no tuvieron la
misma dignidad de los brasileños en cuando regresaron a la casa. Hablo por mí,
que aunque, hubo bromas, en ningún momento jugamos con los sentimientos de
ellos. En ningún momento abrimos la boca para decirles: Se lo merecen lo les
pasó. Y ayer, desafortunadamente leí de las mismas personas que antes les di mi
respeto: “Brasileños inmundos. 7 x 1 es poco. Deberían haber perdido de 7 x 0 ò
8 x 0. Para no salvar ni la dignidad.” Ahora les pregunto, ¿la dignidad de una
población se mide en un partido de fútbol? Lo siento, no conocen a Brasil.
Hoy nos levantamos “con resaca moral”, sí.
Pero, nos duchamos, vinimos en autobuses, decimos buenos días al conductor del
autobús, algunos hombres nos cedieron sillas, nos quejamos un poquito más del
partido, llegamos al trabajo, nos abrazamos y deseamos buenos días a los
compañeros de oficina, vamos a trabajar hasta las 6 pm. Mañana será igual. Hoy, mañana y después
de mañana seremos la misma gente alegre, que no desiste de creer que sí, se
puede seguir adelante con mucho poco: 5 Mundiales, una sonrisa en el
rostro y Dios en el corazón.
Abraham, mi amigo mexicano, ayer fue uno de los más sencibles al cuestionarme cómo estaba. Al fin del partido me envió un mensaje
por Whatsapp preguntándome: ¿Todo bien? ¿No están tristes? Sí Abraham, estoy
triste por lo del Mundial. Pero, quitarme la alegría y el orgullo de ser
brasileña tendrán que esforzarse mucho, pero, mucho más que esto.
Besos. Nos vemos en 2018.
Por eso eres quien eres. Besos.
ResponderExcluirPues sí, Cariño. Duela lo que duela, duela a quien duela, así soy yo.
ResponderExcluirBesos
¿Doler? Da gusto que seas así. Las personas que se alegran del mal ajeno no merecen mi comentario; y Brasil es mucho más que fútbol.
ResponderExcluirTe quiero linda, aunque no lo diga mucho.
Beijos.
Tato... Te quiero mucho!!! Eskerrik asko!!!
ResponderExcluirBeijos