Los domingos son quietos. Tranquilos. Silenciosos. Son grises.
-
Mientras escribo eso, escucho a mi madre y mi sobrina en la cocina. Hacen un dulce. Igualito de cuando era niña y era yo quien estaba en la cocina con ella.
-
Los domingos son quietos. Tranquilos. Silenciosos. Son grises. Pero en mi casa tienen un sabor y olor especiales.
-
Los echaré de menos cuando me vaya.
A dónde te vas??
ResponderExcluirTodavía no sé, Patu. Pero, te lo digo cuándo lo sepa. :-)
ResponderExcluirBeijos
Continuara ...........
ResponderExcluirPero acuerdate que cuando te vayas en el lugar que te encuentres siempre van a estar contigo esos sabores y olores y querrás volver, eso es lo que llamamos nostalgias...
ResponderExcluirHéctor: A dónde???? :-)
ResponderExcluirMAEEEEEEEEESTRO: Y si prefiero quedarme con los sabores y olores a donde esté y ya no quiera volverme??? :-)
ResponderExcluirSi Liliane, eso es muy probable, pero aún así vas a extrañar los sabores y olores de tu niñez y juventud, vas a extrañar el olor de ese dulce que hacías y más vas a extrañar el olor del hogar materno.
ResponderExcluirTe digo sí, que en mi caso siempre me atrapan los olores y sabores del momento que vivo...
Beijos con sabores del sur
Entonces... qué así sea. :-)
ResponderExcluirBeijos