- DESPIÉRTATE. Son 8h de la mañana. Deberías estar a medio camino y todavía sigues en la cama. ¿No te vas al trabajo hoy?
- ¿Es una opción?
- No pierdes el sarcasmo tampoco a la hora que te despiertas. ¡Impresionante!
- Madre… en serio. No me quiero ir.
- Ya. Por cierto, no contesté a tu pregunta: NO ES UNA OPCIÓN.
- El sarcasmo, por lo que veo, es herencia.
- Anda. Ve a la ducha mientras te preparo el desayuno.
5 minutos después (un récord considerando que hablamos de Liliane)
- Madre… ¿a dónde está mi vestido marrón con detalle en flores?
- ¿Cuál?
- Marrón con detalle en flores… es el único que tengo así.
- No lo sé. En tu guarda ropa, probablemente.
- No. No está.
- Pero… no sé de cuál se trata.
5 minutos después de decirle todo el histórico del vestido(fiestas, cuando me lo compré, etc…)
- Ahhhhhhhhhhhhh… ése. No sé a dónde está.
- …
- Ponte aquél otro.
- ¿Cuál otro, Madre?
- El azul.
- Tengo 3 vestidos azules…
- El más hermoso.
- Madre… ¿cuál?
- No importa.
- …
- Ponte el negro.
- Hace mucho calor.
- Pero es sin mangas y trabajas todo el día con el aire acondicionado preso.
- Sí, pero, no. No tengo humor para ponerme en negro hoy.
- Ponte uno de los rojos.
- Tampoco.
15 minutos después seguía mirándolo al guarda ropa.
- Estás atrasada.
- ¡Gracias por la información!
- ¿Y todavía me dices que no tienes humor para ponerte en negro hoy? Ya.
- Madre…
- Ponte el verde.
- Nop.
- El rosa con detalle en azul.
- Nop.
- El amarillo y negro.
- No. No.
Más 5 minutos de silencio e indecisión.
- Vete desnuda.
- No lo puedo. No a la oficina. Pero, lo puedo si me voy de vuelta a mi cama.
- Vete a la puta madre que te parió que…
- Ehhhhhhhhh… quién me parió... fuiste tú.
- ...
Total que me puse pantalones tipo vaquero y una camiseta blanca, llegué a la oficina media hora después de mi horario normal, sigo intentando imaginar a dónde está mi vestido marrón y mi madre no coge mis llamadas.
Y ésta fue más una mañana feliz en mi casa.
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