Desconocido

Mi hermana me pedio para encontrarla a las 7pm en el rol del edificio de su dentista. Me había invitado a cenar, pero tenía que revisar uno de sus dientes.


Llegué 15 minutos antes. En la entrada del edificio se veía un espacio muy grande rodeado por un jardín inmenso y muy bonito. Había una cascada artificial y cerca de ella el espacio reservado a la espera con sofás y sillas.


Buscaba a un lugar vago a dónde podría sentarme y leer tranquilamente, mientras le esperaba, cuando noté la miraba insistente de un desconocido. De inicio me hizo gracias, pero a lo largo de los minutos eso pasó a molestarme.


Como yo, había muchas personas a espera de alguien y con un poco de esfuerzo, tras pedir a una señorita que le bajara al suelo el bolso que estaba “sentado” (gente mal educada) en la silla para que pudiese sentarme, me senté.


La silla estaba puesta exactamente delante al hombre que comenté antes.


Me miraba intensamente. Uno desinformado que nos viéramos, diría que somos viejos amigos, pero, insisto, no lo conocía.


Saqué el libro del bolso y empecé mi lectura intentando ignorarlo. En vano.


A cada letra sentía su mirada y pues, empecé a mirarlo tanto cuanto él me miraba. Tal vez sea una buena estrategia para que se sintiera avergonzado y no siguiera con su jueguito de niño.


En vano. Sostenía mi mirada como si estuviera hechizado. O algo así.


Antes de esbozarme cualquier reacción, fue él quién empezó a hablar:


- Hola, Liliane.


- (Totalmente sorprendida y tartamudeando) Ho-o-la.


- Impresionante es lo que el tiempo hace con las personas. A algunas, él(el tiempo) insiste en joderlas. A otras, pocas, el tiempo insiste en ser su mejor amigo. Estás en el según caso. ¡Estás guapísima, chica!


- ¡Mu-u-chas gracias! Pero…


- Estás confundida. ¿Verdad? No sabes de dónde te conozco.


- Pues…


- Pues eso. Sé muchas cosas de ti. Te conozco desde hace mucho y sinceramente te digo que estás en la mejor fase de tu vida.



Eso me ha enfadado muchísimo y le dije:



- ¡¿Mejor fase de mi vida?! No sabes un coño de lo que dices.



- Sí. Sí. Lo sé. Sé que prefiero a tu piel ahora que cuando eras niña. Prefiero a tus libros de ahora(mirándolo al que estaba en mis manos) que en otras época. Hoy lees a Eduardo Galeano. Prefiero a tu postura de mujer ahora. Antes eras una niña. Prefiero a tus certidumbres ahora que tus incertidumbres de adolescente. Prefiero a tu verdad absoluta de ahora que tus mentiras de antes. E incluso tras tantos cambios, seguro, mantienes los mismos valores de que te han enseñado tus padres. Tienes el carácter difícil, sin embargo, eres dulce aunque muchas no tanto.



- Ok. Me estás asustando.


- (Tras una carcajada) No. No te asustes. Hago daño sólo a los que no tienen la valentía de mirarme a los ojos. Estos sí, merecen algo malo porque son cobardes.



- (Tras una carcajada) Ok. Ahora sí me tienes en duda: No sé si es vanidad o locura lo que sientes y dices. Sin embargo, es como mínimo, chistoso. Me haces reír. Mucho.



- ¿Ya ves? El sarcasmo es algo nuevo. No lo tenías cuando…



Suena mi teléfono y es mi hermana. Había terminado y me esperaba a la entrada el edificio.


- Bueno, Liliane, creo que es todo. Quizá nos encontramos de nuevo y tal vez estés tan “disponible” como ahora.


- A ver.


- ¡Cuídate mucho!


- Tú igual. Oye, por cierto, ¿cómo te llamas?


- Espejo.


Imagen: Muchacha ante el espejo - Pablo Picasso


Comentários

  1. Hola Liliane.
    Parece que de repente pensamos parecido

    http://www.vicherrera.cl/la_vida_en_el_espejo.htm

    Tantos besos para ti como dias que no nos comunicamos

    ResponderExcluir
  2. Hola Maestro!!! Te echo de menos!!! :-(


    Besos a ti también

    ResponderExcluir

Postar um comentário

Cuéntame.

Postagens mais visitadas